-->

lunes, enero 7

La soledad



La persiana a medio bajar, a penas dejaba que la noche anaranjada de la calle se mezclase con el silencio de la habitación. Los faroles de mercurio tiñen de una falsa calidez el oscurecer, y con esa misma falsedad recibía la noche. No le gustaba sentirse sola al terminar cada día.

Con la misma facilidad que las horas avanzaban, añoraba el abrazo con que en otros días recibía a su hijo. Pero había dejado de ir a visitarla desde que decidió irse a vivir con su padre a San Sebastian. Tres meses habían transcurrido ya.

Las lágrimas comenzaron a rescatar la tristeza que durante el día permanecía aletargada, no había manos que se acercasen a su rostro, nadie se sentaba a su lado con la intención de conversar. La idea de un abrazo reconfortante que languidecía como la luz, no era mas que un fantasma. Los recuerdos no hacían mas que avivar la sensación de la soledad, se habían enfriado.


La soledad provocada por la gente que te rodea y te recuerda a quien verdaderamente te hace falta, o la fría soledad que tapona los sentimientos .

No hay comentarios: