Mezcla de nostalgia y añejo, que no lo mismo. Colores saturados como la vejez de algunas se sus gentes. No se trata de algo ocasional, sino de un viaje con los sentidos.
.Hace algún tiempo comencé a leer a Pessoa, y através de sus versos viajar por las calles de una Lisboa de contrastes. Espiritual, estética, original, madura, sensible, modernista, rancia, añeja, pausada, irregular. Alejada del maltrato de vetustos y ajenos comentarios donde describian una Portugal sucia, cutre y de mujeres de pañoleta y bigote.
.Al final no pude resistir la tentación de recorrer esa prosa y poesía de Pessoa con mis propios pies y el nostálgico objetivo de mi vieja Nikon. Lisboa, Sintra, Cascáis.... dos dias no dieron para mas. Pero suficientes para empaparme de ese tan peculiar color luso.
.
.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario